sábado, 12 de enero de 2013


Tu existencia es un secreto
que permanece,
acallado entre los vaivenes
de mi dicotomia vital,
entre mi marchita sien.

Recreo tu imagen,
baño mi mirada
en el recuerdo del ayer.
Aquel pretérito
que me espera sentado
que me tortura
que se revela
y me besa.

Aquel día temprano
en el que el recuerdo
de tus brazos
abrazaba mis ideas.

Aquel ayer que me tortura
y amo.
Aquel ayer que te entrega
a mi voluntad.
Aquel ayer penitente
Aquel ayer que sólo me oye
pero no me escucha.